La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó recientemente que la estrategia gubernamental de “abrazos, no balazos”, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, no ha tenido el efecto deseado en la reducción de la violencia en el país. El posicionamiento de la CEM surge en un contexto donde la inseguridad sigue siendo un problema prioritario para muchos mexicanos.
Críticas y preocupaciones sobre la seguridad en México
Durante su reunión más reciente, la CEM destacó que la mencionada estrategia no ha logrado alcanzar sus objetivos principales. Los líderes eclesiásticos indicaron que, si bien la intención detrás de esta política pudo haber sido positiva, los resultados en el terreno son distintos a lo esperado. En este sentido, la inseguridad sigue siendo una constante que afecta la vida diaria en diversas regiones del país.
De acuerdo con datos presentados por la CEM, las cifras de violencia siguen siendo alarmantes:
- Incremento en el número de homicidios.
- Percepción ciudadana de inseguridad en niveles elevados.
- Crecimiento de la presencia de carteles y grupos delictivos en varias regiones.
Los líderes religiosos señalaron la necesidad de rediseñar las políticas de seguridad nacional para enfrentar la creciente violencia de manera más efectiva. En palabras de uno de los representantes de la CEM,
“La paz verdadera se construye con justicia y acciones concretas que tengan un impacto real en la reducción de la violencia.”
La CEM reiteró su compromiso en colaborar con las autoridades y la sociedad civil para promover iniciativas que contribuyan a una paz duradera y genuina en México, mientras insiste en la importancia de una revisión crítica y constructiva de las estrategias actuales.