En Saltillo, arrastra consigo un suceso marcado por la traición y la tragedia. Jesús Cadena, sargento oriundo de Zacatecas, enfrentó un fin abrupto el 30 de agosto de 1917. Este evento sembró dudas y controversia al ser acusado de conspiración para entregar la ciudad a las fuerzas villistas.
Contexto histórico
En medio de un periodo convulso de la Revolución Mexicana, la tensión entre las fuerzas constitucionalistas y villistas estaba en su punto álgido. Cadena fue detenido bajo el cargo de colaboración con el enemigo, una acusación que muchos consideran inverosímil.
Las pruebas presentadas en su contra eran ambiguas. Según testigos, el sargento mantenía comunicaciones secretas que, aparentemente, eran parte de una conspiración. Sin embargo, varias inconsistencias surgieron durante el juicio, poniendo en duda la veracidad de las acusaciones.
El tribunal militar lo declaró culpable y dictó la pena máxima. En su última declaración, Cadena expresó:
“Nunca traicioné a mi patria, mi lealtad siempre ha sido hacia la causa constitucionalista.”
El fusilamiento se llevó a cabo de manera expedita, lo que dejó un amargo sentimiento de injusticia entre la población. Documentos posteriores sugieren posibles intereses políticos detrás de su condena y muerte prematura.
Este caso resalta las complejidades y luchas de poder durante uno de los periodos más turbulentos de la historia de México, recordándonos que, en medio de la guerra, la verdad suele ser la primera víctima.
- Fecha del fusilamiento: 30 de agosto de 1917
- Acusado de entreguismo: Jesús Cadena
- Contexto: Revolución Mexicana