En una reciente intervención, la vice primera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, abordó la importancia de mantener una relación transparente y honesta con China. Freeland destacó que Canadá ha mostrado en múltiples ocasiones que no funciona como una “puerta trasera” para los intereses chinos, una declaración que pone énfasis en las medidas que su país ha adoptado para proteger su economía y soberanía.

Comentarios sobre México

Durante su discurso, Freeland hizo una referencia indirecta a México, sugiriendo que la posición de este país podría ser diferente. En sus palabras:

“Canadá no es una puerta trasera de China. No se puede decir lo mismo sobre México”.

Esta aseveración ha generado reacciones, señalando la necesidad de fortalecer las políticas de comercio y seguridad en México para evitar cualquier percepción de vulnerabilidad frente a la influencia extranjera.

En términos de comercio internacional, Canadá ha implementado las siguientes estrategias para controlar la influencia económica de China:

• Control estricto de inversiones extranjeras.
• Supervisión de acuerdos comerciales para proteger industrias sensibles.
• Fortalecimiento de las alianzas con naciones aliadas para contrarrestar la dependencia económica.

La declaración de Freeland subraya la importancia de un diálogo abierto entre los países norteamericanos, especialmente para enfrentar juntos los desafíos que presentan las potencias extranjeras de gran influencia mundial. México, por su parte, tiene la oportunidad de revisar y posiblemente ajustar sus políticas en consonancia con estos comentarios, fortificando así su posición en la arena internacional y asegurando la integridad de su economía frente a posibles riesgos.