El reciente evento del Consejo Nacional de Morena fue una convocatoria para los principales líderes del partido, donde se discutieron las estrategias futuras de la Cuarta Transformación. En este contexto, la presencia y el silencio del ex canciller Marcelo Ebrard fueron notables y altamente discutidos. Aunque su nombre ha sido mencionado en varias ocasiones como un potencial sucesor presidencial para 2024, Ebrard optó por un discurso de no confrontación, lo que muchos interpretan como una declaración en sí misma.
El papel de Ebrard en la reunión
El silencio de Ebrard fue interpretado por algunos analistas como una estrategia política. En medio de un partido lleno de aspirantes a la candidatura presidencial, elegir no hablar puede ser una forma de mantener la neutralidad o evitar conflictos internos. Ebrard, quien ha ocupado varios cargos clave en administraciones anteriores, parece estar calculando cuidadosamente sus próximos pasos en el movimiento político actual.
Durante la reunión, se mencionaron varias estadísticas relacionadas con el crecimiento del partido y su influencia en el país:
- Morena ha ganado 11 de las 15 gubernaturas disputadas en las últimas elecciones.
- El partido cuenta con el control de 19 congresos estatales.
- Se espera que en las próximas elecciones federales participe con candidatos en al menos el 80% de los municipios.
Un alto miembro del partido expresó,
“La unidad es nuestra mayor fortaleza y las divisiones internas solo pueden debilitarnos”.
Sin embargo, la falta de comunicación directa por parte de Ebrard deja abierta la pregunta de cómo afectará esto a la unidad que tanto promueve el partido.