En un reciente giro de los acontecimientos políticos, el presidente estadounidense Donald Trump ha vuelto a poner en el centro de atención el tema de los aranceles comerciales contra Canadá. El presidente ha sugerido la posibilidad de imponer nuevos aranceles a las exportaciones canadienses, lo que ha provocado reacciones en diversos sectores tanto en Estados Unidos como en Canadá. Estos aranceles se centrarían principalmente en productos agrícolas y manufacturados.
Impacto en las relaciones bilaterales
La relación comercial entre Canadá y Estados Unidos es fundamental para ambas naciones. Anualmente, los dos países intercambian bienes y servicios por miles de millones de dólares. La introducción de nuevos aranceles podría tener un impacto significativo en varias industrias canadienses, especialmente aquellas que dependen en gran medida del comercio con Estados Unidos.
En respuesta a estos posibles aranceles, el Ministro de Relaciones Exteriores de Canadá advirtió que tales medidas podrían poner en peligro la estabilidad económica en ambos lados de la frontera. A su vez, señaló que Canadá consideraría todas las medidas posibles para proteger sus intereses nacionales.
- El comercio bilateral entre Canadá y EE. UU. ascendió a más de 725 mil millones de dólares en 2021.
- Se estima que más de 2 millones de empleos en EE. UU. dependen del comercio con Canadá.
- Canadá es el mayor socio comercial de 36 estados estadounidenses.
Desde el ámbito político estadounidense, el Senador estadounidense Jim Risch expresó su preocupación sobre el impacto potencial que estos aranceles podrían tener en la relación comercial entre ambos países. En declaraciones recientes, Risch señaló:
“La imposición de aranceles no solo afectará a los consumidores estadounidenses, sino que también podría deteriorar nuestras importantes relaciones con nuestros vecinos del norte”.
Es clara la preocupación en ambos lados de la frontera con respecto a las implicaciones económicas de estos argumentos comerciales. Muchos analistas coinciden en que la cooperación y el diálogo continuo entre ambos países son esenciales para evitar una posible escalada que pueda afectar negativamente la economía norteamericana en general. Ante esta situación, ambos gobiernos buscan soluciones diplomáticas en un intento por preservar la estabilidad de sus relaciones comerciales.