La cocina mexicana es un elemento central de la cultura e identidad de México, y su influencia se extiende a través de la historia del país, incluso llegando a la literatura. Un ejemplo destacado de esta conexión es la obra de Sor Juana Inés de la Cruz, quien no solo fue una de las más importantes figuras literarias de la época virreinal, sino que también mostró interés en la gastronomía como parte de su mundo intelectual.
La conexión de Sor Juana con la cocina
Sor Juana Inés de la Cruz, en su tiempo, tuvo que enfrentarse a las expectativas limitadas de las mujeres en la Nueva España y encontró en la cocina un espacio de creación y expresión. Además de su interés literario y filosófico, Sor Juana compartía un cariño por la gastronomía en sus escritos. Muchos estudiosos sostienen que en sus textos se pueden identificar referencias culinarias que revelan un profundo conocimiento y aprecio por la cocina de su época.
La cocina mexicana incluye un amplio repertorio de ingredientes y técnicas tradicionales que se han preservado y adaptado a lo largo de los siglos. Algunos datos relevantes sobre la cocina mexicana son:
- Nombrada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010.
- Incluye ingredientes básicos como el maíz, el chile y los frijoles.
- Destaca por su diversidad regional y sabores únicos.
La literatura y la gastronomía se entrelazan en la historia de México, mostrando cómo figuras como Sor Juana utilizaron su conocimiento culinario como parte integral de su expresión artística. Como bien mencionó en una de sus obras:
“Si Aristóteles hubiera cocinado, mucho más hubiera escrito.”
Esta frase refleja la apreciación de Sor Juana por la cocina como una disciplina que también requiere talento e inteligencia, demostrando que las artes culinarias pueden ser tan complejas y valiosas como las letras y las ciencias.