La bigorexia, también conocida como dismorfia muscular, es un trastorno mental que se manifiesta principalmente en la percepción distorsionada de la imagen corporal. Las personas que la padecen sienten que nunca tienen suficiente masa muscular, a pesar de que, objetivamente, pueden estar en una excelente forma física.
Impacto en la salud
Este trastorno afecta tanto la salud mental como la física. Las consecuencias de la bigorexia van más allá de la preocupación excesiva por el tamaño muscular, ya que pueden incluir comportamientos compulsivos y hábitos insalubres, como el uso de esteroides anabólicos y suplementos en exceso.
Un estudio reciente revela datos alarmantes sobre la prevalencia de este trastorno:
- 1 de cada 10 hombres que regularmente asisten al gimnasio puede estar sufriendo de bigorexia.
- Un porcentaje significativo de mujeres también puede ser afectado.
El uso excesivo de entrenamientos y dietas extremas puede llevar a problemas serios de salud, incluyendo problemas cardiacos, daño hepático y renales, entre otros.
Expertos en salud mental destacan la importancia de identificar y tratar este trastorno a tiempo.
“La bigorexia no se trata solo de querer estar en forma, es una obsesión por alcanzar un ideal físico imposible”, menciona un especialista en trastornos alimenticios.
El abordaje terapéutico de la bigorexia suele ser complejo e incluye intervención psicológica y psiquiátrica, así como el soporte de nutricionistas y entrenadores especializados.