En Uganda, al menos 15 personas perdieron la vida tras un deslave que sepultó 40 casas en la zona montañosa de Kasese. Este trágico incidente ha dejado a la comunidad local en estado de conmoción y el Gobierno ha movilizado esfuerzos para asistir a los afectados.
La respuesta del gobierno y el impacto en la comunidad
Las fuertes lluvias que azotaron la región desencadenaron el desastre, provocando deslizamientos de tierra que sorprendentemente resultaron mortales. Las autoridades han informado que el equipo de rescate se encuentra trabajando arduamente para localizar a posibles sobrevivientes entre los escombros y para proporcionar ayuda a las personas que han quedado sin hogar.
El Gobierno de Uganda ha declarado su compromiso de asistir a las víctimas, como lo expresó un portavoz gubernamental:
“Estamos haciendo todo lo posible para ayudar a nuestros ciudadanos en este momento tan difícil. No descansaremos hasta asegurar que cada persona afectada reciba el apoyo necesario.”
El evento ha resaltado la vulnerabilidad de las comunidades asentadas en áreas propensas a desastres naturales, y se espera que se tomen medidas para prevenir futuras tragedias de esta magnitud.
A continuación, se presentan algunas cifras sobre el reciente deslave:
- 15 personas fallecidas.
- 40 casas sepultadas.
- Cientos de personas desplazadas.
Las organizaciones no gubernamentales y cuerpos de rescate han instado a las comunidades vulnerables a seguir alertas y a estar preparadas para evacuar en caso de emergencias similares en el futuro. Se prevé que en los próximos días continúe la atención a las víctimas, en un esfuerzo conjunto entre autoridades y organizaciones internacionales.