Las escuelas de Estados Unidos están en alerta ante la posibilidad de deportaciones masivas luego de las declaraciones del expresidente Donald Trump sobre políticas más estrictas de inmigración. Los directivos se están preparando para proteger a sus estudiantes y colaborar con las familias que podrían verse afectadas.
Preparativos en las escuelas
Carmen Ayala, superintendente de una escuela del distrito, comentó que las instituciones están reforzando sus protocolos para asegurar que las necesidades emocionales y educativas de los estudiantes sean cubiertas.
“Estamos comprometidos a ofrecer un entorno seguro y de apoyo para todos nuestros estudiantes”, afirmó Ayala.
Las estrategias incluyen:
- Capacitación sobre cómo manejar situaciones de estrés y ansiedad.
- Asesoría legal gratuita para familias afectadas.
- Directrices claras sobre cómo responder a la presencia de agentes de inmigración en las escuelas.
La preocupación crece porque los estudiantes indocumentados podrían experimentar un impacto significativo en su rendimiento académico debido al miedo e incertidumbre. Las organizaciones de derechos civiles también han expresado su apoyo a las comunidades vulnerables, instando a las escuelas a convertirse en “zonas seguras” donde las agencias de inmigración no puedan intervenir sin autorización.
Finalmente, los educadores subrayan la importancia de un enfoque comunitario para enfrentar el problema, donde tanto profesores como familias se unan para proteger el derecho a la educación de cada estudiante, sin importar su situación migratoria. Las escuelas, afirman, seguirán siendo un refugio para todos los niños en estos tiempos de incertidumbre.