El legado del tercer obispo de Saltillo, Jesús María Echavarría y Aguirre, es rescatado y presentado en un nuevo libro. Este lanzamiento busca honrar la vida y obra de una figura clave en la historia religiosa y social de la región al norte de México. Echavarría y Aguirre, conocido por su profundo compromiso con sus feligreses y la promoción de obras sociales, dejó una huella imborrable en la comunidad.
Una contribución histórica significativa
Jesús María Echavarría y Aguirre nació en 1858 y fue ordenado sacerdote en 1885. En 1904, asumió el episcopado de Saltillo y desde entonces trabajó incansablemente para el desarrollo espiritual y material de su diócesis. Durante su mando, se enfrentó a los desafíos de la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera, siempre manteniendo su enfoque en el bienestar de su comunidad.
“Su vida fue un ejemplo de entrega y fortaleza ante las adversidades”, destaca uno de los autores del libro.
El libro presenta una cuidadosa recopilación de documentos, cartas y fotografías que ilustran la vida y obra del obispo. Además, ofrece un análisis detallado de su influencia en la región, destacando su participación en la creación de instituciones educativas y de servicios sociales.
Entre algunos de los logros más destacados de Jesús María Echavarría y Aguirre se encuentran:
- Fundación de varias escuelas y colegios.
- Iniciativas para el apoyo a los más necesitados durante tiempos de conflicto.
- Promoción de la paz y la reconciliación durante épocas de guerra.
El libro es un homenaje a la vida de un hombre que dedicó su existencia al servicio de los demás, y busca inspirar a las nuevas generaciones a seguir su ejemplo de fe y compromiso social.