De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se ha observado un aumento en la inversión física en México, al mismo tiempo que se ha registrado un retroceso en el consumo durante el segundo trimestre de 2023. Este fenómeno presenta una dicotomía económica que podría tener implicaciones significativas en el corto y mediano plazo.
Aumento en la inversión, pero baja en el consumo
El informe revela que la inversión física creció un 2.1% en comparación con el trimestre anterior. Esto refleja una mayor actividad en la construcción y adquisición de maquinaria y equipo, áreas clave para el crecimiento económico sostenido del país. Sin embargo, el consumo privado, que representa una gran parte del Producto Interno Bruto (PIB), mostró una disminución del 0.4% en el mismo periodo.
- Construcción: aumento del 1.5%
- Maquinaria y equipo: crecimiento del 3.8%
- Consumo privado: descenso del 0.4%
Esta situación plantea desafíos para los responsables de la política económica. Un aumento en la inversión física puede ser indicativo de confianza en el futuro del mercado, mientras que la caída en el consumo sugiere que los hogares mexicanos están recortando gastos, posiblemente debido a la inflación o a la incertidumbre económica.
Raúl Álvarez, analista económico, comentó sobre el tema:
“La situación es compleja; aunque el aumento en la inversión es una señal positiva, la caída en el consumo podría limitar el crecimiento económico total a largo plazo.”
Las autoridades y economistas deberán estar atentos a estos indicadores para ajustar las políticas públicas necesarias que fomenten tanto la inversión como el consumo, buscando un equilibrio que permita un crecimiento económico sostenido y estable.