La relación entre Durazo y Rosario Robles tenía matices más personales que políticos. Era notorio que Robles tenía una fuerte presencia en el entorno de la política mexicana y su caída impactó de diversas maneras. Alfonso Durazo mostró un profundo sentir cuando enfrentó la reclusión de una amiga cercana, quien a pesar de las circunstancias adversas, había demostrado su fortaleza y resistencia.

La situación de la prisión de Rosario Robles

Robles fue privada de su libertad en un contexto que despertó numerosas dudas y controversias. No solo se trataba de su participación en casos de corrupción, sino de un entramado más complejo que involucraba factores políticos y personales. En medio de esta situación, las estadísticas reflejaban una realidad preocupante sobre la justicia en México.

• El 44% de la población mexicana considera que el sistema de justicia no es confiable.
• El 65% de los encarcelados no ha recibido sentencia.
• El 37% de los procesos judiciales presentan irregularidades notables.

La amistad entre Durazo y Robles se remonta a años atrás, formando un lazo que trascendía el ámbito profesional. En una ocasión, Durazo expresó sobre su amiga:

“Rosario es una mujer de carácter, alguien que no se quiebra fácilmente ante la adversidad”.

Estas palabras reflejaban la estima personal que mantenía hacia Robles, a pesar de los desafíos que enfrentaba. Mientras tanto, el panorama político seguía su curso, con Robles representando un capítulo destacado y polémico en la historia reciente de México.