Recientemente, han surgido preocupaciones acerca de cómo el megaproyecto del Tren Maya está afectando a la fauna local. El gobierno mexicano ha emprendido acciones para controlar la fauna que consideran “nociva” en los terrenos afectados por la construcción de esta obra emblemática de la actual administración.
Medidas de control de fauna
El gobierno ha catalogado a especies como jaguares y venados como “fauna nociva” debido a los potenciales riesgos que podrían representar para la construcción y operación del Tren Maya. En respuesta, se ha propuesto un programa para ahuyentarlos o en casos extremos, sacrificarlos. Sin embargo, este enfoque ha sido objeto de críticas severas por parte de organizaciones protectoras del ambiente y defensores de los derechos de los animales.
El proyecto prevé el uso de métodos para asegurar que los animales no interfieran con el tren, lo cual incluiría:
- Métodos de disuasión no letales.
- Cercas y barreras físicas para limitar el acceso de fauna a las vías ferroviarias.
- En casos extremos, se considera el sacrificio.
Expertos en biodiversidad han expresado su preocupación por el impacto ambiental que estas medidas podrían causar. Argumentan que abordar a especies protegidas bajo la categoría de “nocivas” sin considerar las implicaciones ecológicas podría conducir a un desequilibrio en el ecosistema regional.
“La coexistencia con especies es posible con la planificación adecuada y métodos que no involucren el sacrificio”, expresó un portavoz de una organización ambiental.
Se espera que el gobierno revise estas políticas en respuesta a las críticas y busque alternativas que no comprometan la biodiversidad local. La implementación del Tren Maya sigue siendo un tema clave en el debate sobre desarrollo e impacto ambiental en México.