Después de 61 meses de sequía, uno de los periodos más largos y difíciles en la historia de Coahuila, finalmente llegó a su fin gracias a las recientes lluvias. Estas precipitaciones han sido suficientes para recargar embalses y acuíferos, una necesidad urgente tras más de cinco años de sequía extrema que afectó gravemente al campo y a las actividades económicas de la región.

Impacto de la sequía

Durante este extenso periodo de sequía, las pérdidas en el sector agrícola y ganadero fueron significativas y muchos productores vieron comprometidas sus cosechas y su ganado. Según los reportes oficiales, la sequía afectó a miles de hectáreas y llevó a la reducción de los niveles de agua en embalses críticos para el suministro de agua.

Las estadísticas son alarmantes:

• Más de 500 mil hectáreas afectadas.
• Disminución del 60% en los niveles de los embalses.
• Pérdida de más del 30% del ganado en algunas regiones.

El Gobierno del Estado ha puesto en marcha planes de apoyo y recuperación para los productores afectados por la sequía. Durante una conferencia de prensa, el gobernador mencionó:

“Estamos comprometidos a apoyar a nuestros agricultores y ganaderos para que puedan recuperarse lo más pronto posible de este periodo tan difícil.”

Finalmente, gracias a la llegada de las lluvias, se espera una recuperación gradual de los niveles de agua y una mejora en las condiciones para las actividades agrícolas y ganaderas. Las autoridades locales continúan monitoreando la situación y proporcionando asistencia a las comunidades más afectadas.