El crecimiento económico y geopolítico de China continúa siendo un tema de relevancia internacional, especialmente para los Estados Unidos. La competencia entre estas dos potencias ha llevado a tomar medidas cada vez más extremas por parte de ambos países, lo que sigue aumentando la tensión a nivel global.
Posición de Estados Unidos
Estados Unidos ha implementado diversas estrategias para contrarrestar el ascenso chino, incluyendo sanciones económicas y restricciones comerciales. La administración actual ha subrayado repetidamente la importancia de contener el poderío chino, destacando preocupaciones en áreas tecnológicas y de seguridad nacional. Un funcionario estadounidense explicó:
“Estados Unidos debe proteger su infraestructura crítica y sus avances tecnológicos frente a riesgos potenciales.”
Las tensiones también se sienten en otros frentes, como la influencia diplomática. Washington ha buscado reforzar sus alianzas en el Indo-Pacífico y con otros socios internacionales.
Respuesta de China
China, por su parte, ha respondido con políticas que refuerzan su autosuficiencia económica y tecnológica. Además, ha intensificado sus relaciones bilaterales con regiones clave para asegurar su suministro de recursos y expandir su presencia económica.
Algunos datos relevantes incluyen:
- Crecimiento económico anual de China: alrededor del 6% en promedio.
- Inversión en investigación y desarrollo: más del 2% del PIB.
- Aumento en el comercio con países en desarrollo: 30% en los últimos cinco años.
La escalada de estas medidas extremas entre China y Estados Unidos plantea grandes desafíos y mantiene en vilo al resto del mundo, a medida que los países observan de cerca cómo se despliegan estas estrategias en el escenario global.