El periodista y escritor Hernán Rosendo aborda en su reciente columna un análisis sobre las consecuencias de la deshumanización del poder absoluto, destacando cómo el poder puede llevar a la violencia y al abuso. Su reflexión se enmarca en la actual situación de inseguridad y violencia que vive México, cuestionando las razones detrás de la represión y los actos violentos cometidos por el Estado o grupos de poder.

El poder y la violencia

Rosendo menciona que la deshumanización es un componente clave en la justificación de la violencia. Esta deshumanización permite a los perpetradores ver a sus víctimas como simples obstáculos o amenazas, despojándolas de su humanidad. El autor plantea que este fenómeno no es aislado, sino que se ha repetido históricamente en diversos contextos de poder absoluto.

En su análisis, Rosendo suscita preguntas profundas sobre la naturaleza del poder en México y su relación con la violencia. Señala la importancia de cuestionar por qué los que detentan el poder llegan al extremo de matar o reprimir. Según sus palabras:

¿Por qué querían matarnos? ¿Por qué nos mataron?

El autor insiste en que estas preguntas deben plantearse en cualquier análisis serio sobre la violencia estatal y la represión. Para Rosendo, las respuestas a estas preguntas no solo son urgentes, sino necesarias para comprender y mitigar la escalada de violencia en el país.

En su artículo, el autor sugiere que la sociedad debe insistir en la rendición de cuentas y en la transparencia de sus gobernantes, promoviendo un espacio donde se valore la vida humana por encima de cualquier interés político o de poder.

• Cifras de violencia en México son alarmantes.
• Incremento de incidentes relacionados con el poder estatal.
• Promedio de homicidios diarios sigue siendo elevado.