La reciente liberación de la prisión de Saydnaya en Siria ha llenado de esperanza y angustia a las familias que buscan a sus seres queridos, muchos de los cuales han estado desaparecidos durante años. La caída del régimen de Bashar al-Ásad ha revelado las duras condiciones en las que vivieron miles de prisioneros políticos.

Esperanza y desesperación entre las familias sirias

Con la apertura de Saydnaya, los familiares han acudido en masa con la esperanza de encontrar a sus desaparecidos. La mayoría de ellos traen consigo fotos y documentos de sus seres queridos, buscando cualquier pista que pueda llevarlos a saber si están vivos o muertos. La incertidumbre es abrumadora, pero muchos ven en esta apertura un rayo de esperanza.

Un hombre, que buscaba a su hermano desde hace más de una década, expresó su angustia y esperanza.

“Cada día es una agonía sin saber si está vivo o muerto. La caída del régimen trae esperanza, pero también miedo de encontrar lo peor”,

relató mientras mostraba una fotografía desgastada.

Las organizaciones de derechos humanos han destacado la importancia de estas revelaciones para entender la magnitud de las violaciones cometidas bajo el mandato de Al-Ásad. Se estima que miles de personas han sido detenidas arbitrariamente y sometidas a desapariciones forzadas.

• Se calcula que alrededor de 100,000 personas han desaparecido desde el inicio del conflicto en 2011.
• Más de 10,000 detenidos en Saydnaya desde 2011 hasta este año.

Ante esta situación, las organizaciones han instado a la comunidad internacional a exigir responsabilidad y justicia para las víctimas y sus familias. La esperanza de reunirse con los seres queridos es un sentimiento que resuena fuerte entre las familias, aunque no hay garantías. La apertura de Saydnaya es solo el principio de un largo proceso de reconciliación y busca de la verdad.