En Georgia, miles de manifestantes se reunieron en las calles para expresar su descontento con una ley propuesta que, según sus críticos, podría alejar al país de occidente y acercarlo a Rusia. La legislación, comparada por muchos con normas similares en Rusia, requiere que las organizaciones que reciben más del 20% de su financiamiento del extranjero se registren como “agentes extranjeros”. Esto ha suscitado temores de que se podría utilizar para reprimir la disidencia y limitar la libertad de expresión.
Manifestaciones masivas en Tiflis
En la capital, Tiflis, la situación escaló cuando la policía utilizó cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes. A pesar de las medidas represivas, la multitud se mantuvo firme en su objetivo de detener el progreso del proyecto de ley. La atmósfera tensa fue testigo de enfrentamientos intermitentes entre la policía y los manifestantes.
Los críticos de la ley, incluyendo a varios líderes políticos y activistas, argumentan que esto podría ser un intento del gobierno de Georgia de emular las medidas de control de Rusia sobre la libertad de las ONGs y la sociedad civil. Un manifestante expresó su preocupación diciendo:
“No queremos ser otra Rusia. Nosotros luchamos por nuestra independencia y libertad, no debemos volver atrás.”
Esa fue la declaración de uno de los participantes, reflejando el sentir de muchos en las calles.
Las autoridades georgianas han defendido el proyecto de ley afirmando que es necesario para transparencia y seguridad nacional. Sin embargo, las estadísticas muestran que hay un creciente temor entre la población sobre el rumbo político del país.
- El 70% de los ciudadanos de Georgia apoyan una mayor integración con la Unión Europea.
- Solo el 20% confía en las buenas intenciones del gobierno ruso.
- El 60% de los encuestados ven la nueva ley como una amenaza a los derechos fundamentales.
Las manifestaciones en Georgia subrayan la tensión entre las aspiraciones democráticas de su población y el enfoque político actual de su gobierno. Los acontecimientos recientes podrían influir significativamente en el rumbo futuro del país y sus relaciones internacionales.