Ayer por la noche, un ataque con drones impactó un buque cisterna de petróleo ruso en el estrecho de Kerch, una vía crítica entre el Mar Negro y el Mar de Azov. Según informes locales, el buque cisterna, identificado como SIG, sufrió daños significativos en la sección de máquinas.
Tensiones en la región
Este incidente se produce en medio de crecientes tensiones en la región y es el más reciente de una serie de ataques contra infraestructuras marítimas. Las autoridades rusas han declarado que el ataque no causó víctimas, pero ha generado preocupaciones sobre la seguridad en una de las rutas marítimas más transitadas del mundo.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia comentó sobre el ataque, subrayando la gravedad de la situación.
“Este es un acto de terrorismo que amenaza la seguridad marítima y económica de la región”, afirmó. Además, se comprometió a tomar acciones adicionales para asegurar las vías marítimas en el futuro cercano.
Las fuerzas navales rusas han aumentado su presencia en la zona para prevenir futuros incidentes de este tipo.
El estrecho de Kerch es de vital importancia para el transporte de petróleo y otros productos esenciales. Un corte o interrupción en esta ruta podría tener consecuencias económicas significativas no solo para Rusia, sino también para otros países que dependen de estas vías para el comercio internacional.
Las investigaciones iniciales sugieren que el ataque pudo haber sido coordinado desde el territorio controlado por Ucrania, aunque hasta el momento no hay confirmación oficial sobre los responsables.
Datos clave del incidente incluyen:
- Localización: Estrecho de Kerch, entre el Mar Negro y el Mar de Azov.
- Buque afectado: Tanquero de petróleo ruso SIG.
- Daños: Sección de máquinas seriamente afectada.
- Consecuencias inmediatas: No se reportaron víctimas.
Los recientes ataques han llevado a las autoridades rusas a revisar sus medidas de seguridad marítima, mientras la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estos acontecimientos que podrían desestabilizar aún más una región ya de por sí tensa.