La agencia calificadora Standard & Poor’s (S&P) ha confirmado la perspectiva estable para la economía de México, lo cual es una señal de confianza en la capacidad del país para mantener su estabilidad económica a pesar de desafíos globales.
Evaluación crediticia
Según el reporte publicado por S&P, la calificación soberana de México se mantiene en ‘BBB’ para deuda en moneda extranjera, y ‘BBB+’ para moneda local. Estos niveles son importantes ya que reflejan la confianza de los inversionistas y el mercado en la deuda pública del país.
La decisión de mantener la perspectiva estable está basada en varios factores, incluyendo el manejo económico prudente por parte del gobierno mexicano y la gestión fiscal que ha buscado contener el aumento de la deuda a niveles razonables. La agencia destacó:
“Consideramos que la combinación de políticas macroeconómicas prudentes y la flexibilidad monetaria permitirá que México absorba choques externos en los próximos dos años.”
Esta evaluación positiva se ha dado a pesar de los desafíos que enfrenta la economía global, incluyendo altos niveles de inflación y las tensiones geopolíticas actuales.
Standard & Poor’s también mencionó algunos riesgos para México, tales como la dependencia económica en sus exportaciones hacia Estados Unidos, así como la posibilidad de cambios en las políticas internas que puedan afectar la inversión extranjera o la confianza empresarial.
En su análisis, la calificadora compartió algunos datos clave sobre la economía mexicana:
- Proyección de crecimiento económico para 2023 se mantiene en un 2.1%.
- El déficit fiscal está previsto en alrededor del 3.5% del PIB.
- Se espera que la deuda pública se estabilice alrededor del 48% del PIB.
S&P señaló que el crecimiento continuo y la estabilidad financiera dependen de la capacidad del gobierno para continuar implementando políticas fiscales y monetarias prudentes. También enfatizó la importancia de mantener la confianza del sector empresarial para asegurar una inversión sostenida en el país.
La confirmación de la perspectiva estable es una buena noticia para México, ya que podría ayudar a conservar tasas de interés relativamente bajas en los préstamos internacionales y atraer más inversiones, impulsando así el desarrollo económico a largo plazo.