En la Ciudad de México, la comunidad de repartidores de aplicaciones ha alzado la voz exigiendo justicia por la muerte de Daniel Tadeo, un joven repartidor que fue atropellado mientras realizaba una entrega en la capital del país. Los hechos ocurrieron en una transitada avenida, lo que ha generado indignación y preocupación en un sector que se siente vulnerable y desprotegido en las calles de la ciudad.
Indignación y protesta
Un grupo numeroso de repartidores llenó las calles de la Ciudad de México para manifestar su enojo y pedir que el caso de Daniel Tadeo no quede impune. Con pancartas y consignas, expresaron su solidaridad con la familia de la víctima y exigieron mayor seguridad laboral y medidas que protejan a quienes, como ellos, dependen de este trabajo para sobrevivir.
Los manifestantes subrayaron las condiciones precarias bajo las que operan, enfatizando el riesgo constante al que se enfrentan cada día al circular en una ciudad con tráfico caótico y pocas garantías de seguridad.
Uno de los repartidores declaró:
“No pedimos mucho, solo que se nos garantice lo básico: seguridad y justicia para nuestros compañeros. No queremos que otra familia sufra lo que está sufriendo la familia de Daniel.”
La muerte de Daniel ha puesto nuevamente en el centro del debate la situación precaria en la que se encuentran miles de repartidores a lo largo del país. Las cifras hablan por sí solas:
- Decenas de repartidores han perdido la vida en accidentes de tráfico en los últimos años.
- Muchos trabajan sin seguro médico ni protección social.
- La mayoría enfrenta largas jornadas laborales con salarios que apenas alcanzan para cubrir sus necesidades básicas.
Frente a este panorama, los repartidores reiteran su llamado a las autoridades para que implementen medidas efectivas que no solo garanticen justicia para Daniel Tadeo, sino que también mejoren las condiciones laborales de todos los repartidores de aplicaciones en México.