El sector hotelero en México está enfrentando un déficit significativo de personal, con aproximadamente cuatro mil puestos laborales vacantes. A pesar de una recuperación económica tras la pandemia de COVID-19, la industria hotelera sigue luchando para cubrir estas vacantes, lo que afecta directamente la capacidad de operación de los hoteles y la calidad del servicio que pueden ofrecer a sus huéspedes.
Falta de personal en la industria hotelera
La escasez de trabajadores se ha convertido en un desafío persistente. Según los expertos del sector, las razones detrás de esta problemática son multifacéticas. Entre las causas se encuentran el cambio en las expectativas laborales de los trabajadores, quienes ahora prefieren empleos que ofrezcan mayor flexibilidad, y la competencia con otros sectores que ofrecen condiciones laborales más atractivas.
Los representantes de la industria han expresado que, a pesar de los esfuerzos por aumentar los salarios y mejorar las condiciones laborales, atraer a nuevos talentos sigue siendo complicado. Un portavoz comentó:
“La industria necesita encontrar nuevas maneras de atraer y retener talento, ya que el déficit de personal limita el crecimiento y la capacidad de proporcionar servicios de alta calidad.”
Los datos actuales sobre el déficit reflejan las dificultades que los hoteles enfrentan para encontrar personal calificado en diferentes áreas. Las vacantes más difíciles de cubrir son aquellas relacionadas con el servicio al cliente, la limpieza y la operatividad general de los establecimientos.
Estas vacantes sin cubrir tienen varias implicaciones:
- Incremento en la carga de trabajo para el personal actual.
- Reducción de la capacidad operativa del hotel.
- Potencial disminución en la calidad del servicio al cliente.
Para enfrentar este desafío, las asociaciones hoteleras están promoviendo diversas iniciativas, como programas de capacitación y colaboraciones con instituciones educativas, con el fin de garantizar un flujo constante de trabajadores calificados hacia la industria. Sin embargo, los expertos coinciden en que se necesita un enfoque integral que también incluya mejoras en los incentivos y beneficios laborales.