El gobierno de México ha anunciado un aumento significativo en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para productos como refrescos, cigarros y gasolina, que entrará en vigor a partir del 1 de enero. Este incremento es parte de los ajustes fiscales anuales y tiene como objetivo incrementar la recaudación tributaria en el país. La medida ha generado un debate entre los consumidores y diferentes sectores de la economía nacional.
Impuesto Incrementado
Este ajuste fiscal implica un aumento del 4.5% en el IEPS aplicado a los productos mencionados. Las autoridades buscan incentivar un consumo responsable y reducir los efectos negativos para la salud y el medioambiente. Estos productos han sido considerados tradicionalmente como generadores de externalidades negativas.
- Refrescos: aumentan su costo al desincentivar el consumo excesivo de bebidas azucaradas, asociado con problemas de salud como la obesidad y la diabetes.
- Cigarros: el incremento en los impuestos sobre el tabaco busca disminuir las tasas de tabaquismo, reduciendo los riesgos asociados al cáncer y otras enfermedades respiratorias.
- Gasolina: con este ajuste, se persigue fomentar un menor uso de combustibles fósiles, apoyando así medidas en favor de la protección ambiental.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público argumenta que estos impuestos también son necesarios para mitigar el déficit fiscal y asegurar los recursos financieros para inversiones públicas. Aunque la medida podría no ser popular, pretende un beneficio mayor para la sociedad en general.
“La actualización del IEPS es crucial para asegurar la sostenibilidad financiera del país y fomentar hábitos de consumo más sanos y responsables”, explicó un representante de la Secretaría de Hacienda.
Los críticos, sin embargo, advierten que estos incrementos podrían tener un impacto directo en los bolsillos de los consumidores, particularmente en un contexto económico donde muchas familias ya están enfrentando retos financieros. Además, algunos señalan que el efecto deseado de reducción en el consumo puede no ser tan significativo dada la habituación al consumo de estos productos.
Finalmente, el ajuste fiscal impulsado por el próximo año subraya el desafío continuo de balancear necesidades de financiamiento público con el apoyo a los consumidores en una economía en recuperación.