En un reciente encuentro bilateral, la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, llegaron a un acuerdo para promover la inclusión de mujeres como candidatas a importantes organismos internacionales. Buscando fortalecer la presencia femenina en cargos de gran relevancia, ambos líderes destacaron la necesidad de que mujeres encabecen la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Compromiso con la Igualdad de Género
Durante la reunión, tanto Sheinbaum como Petro resaltaron la importancia de establecer plataformas que faciliten el acceso de mujeres a posiciones de liderazgo en el ámbito internacional. Esta iniciativa se enmarca en un contexto global donde los desafíos de género aún persisten, haciendo evidente la necesidad de una representación equitativa.
Los líderes también compartieron su visión sobre cómo las mujeres pueden aportar diferentes perspectivas y soluciones a problemas globales. Al destacar el potencial de liderazgo femenino, subrayaron la oportunidad de redefinir las estructuras actuales de poder.
Al respecto, Claudia Sheinbaum comentó,
“Es fundamental que las mujeres tengan un papel preponderante en la toma de decisiones a nivel global. La ONU y la OEA son escenarios ideales para que esto suceda.”
Por su parte, Gustavo Petro mencionó,
“La inclusión de mujeres en estos espacios no es sólo una cuestión de paridad, sino también de justicia y progreso.”
Ambos dirigentes destacaron algunos datos relevantes que respaldan su iniciativa:
- En la actualidad, menos del 25% de los cargos principales en organizaciones internacionales son ocupados por mujeres.
- Estudios han demostrado que la inclusión de mujeres en altos mandos puede incrementar la eficiencia y mejorar las políticas adoptadas.
El acuerdo entre Sheinbaum y Petro pretende servir como un ejemplo y un llamado a la acción para que otros países de la región se sumen a la causa. Con esto, se busca no sólo impulsar a líderes femeninas, sino también cambiar las dinámicas y estructuras de las organizaciones internacionales para que sean más inclusivas y equitativas.