Aumento en precios de gasolina: impacto en finanzas personales

Prepárate para el aumento de gasolina en México al cierre de año; el retiro de subsidios impactará tus finanzas personales. Planifica tus gastos considerando este cambio.

Durante la recta final del año, los consumidores mexicanos de gasolina enfrentarán una subida en los precios debido a la eliminación temporal de subsidios gubernamentales. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció que el estímulo fiscal aplicado a los combustibles será ajustado a la baja, lo cual impactará directamente en el bolsillo de los automovilistas.

Incremento en precios de gasolina

El objetivo del subsidio ha sido, durante buena parte del año, mitigar las fluctuaciones en los precios de los combustibles que pueden afectar el costo de vida de los mexicanos. Sin embargo, el gobierno ha decidido ajustar esta medida, resultando en un aumento del costo por litro de gasolina.

De acuerdo con el comunicado emitido por la SHCP, los ajustes en los precios serán notables en las siguientes cifras:

  • El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para la gasolina Magna será del 100%, quitando el subsidio.
  • En el caso de la gasolina Premium, el IEPS también alcanzará el 100% sin subsidio.
  • El diésel no contará con estímulo fiscal, dejando el impuesto completo.

El gobierno justifica esta decisión como parte de una estrategia para ajustar las finanzas públicas antes del cierre del año. En palabras de un representante de la SHCP:

“Es necesario ajustar el precio de los combustibles reflejando de manera más precisa el costo en los mercados internacionales.”

Los consumidores deben prepararse para absorber este incremento. En ciudades con alta demanda de vehículos, como la Ciudad de México y Monterrey, el impacto puede ser aún mayor. Las autoridades exhortan a los automovilistas a planificar sus gastos de fin de año considerando este incremento en uno de los recursos más utilizados en el país.

Ante esta situación, es probable que se observe un aumento en el uso del transporte público y una posible afectación en sectores que dependen del transporte, como la logística y el reparto de mercancías, lo cual podría generar un efecto dominó en los precios de otros bienes y servicios.