El cruce de viajeros mexicanos desde Estados Unidos a México por las garitas se ha convertido en un desafío, especialmente en la garita Allende ubicada en Coahuila, donde los paisanos enfrentan tiempos de espera prolongados. Durante las temporadas altas, como las vacaciones de verano e invierno, así como en fechas cercanas a festividades importantes, se ha reportado que el tiempo de espera puede extenderse hasta siete horas.
Desafíos para los viajeros
La espera en la garita Allende afecta a quienes desean visitar su país natal y compartir momentos con familiares y amigos. Este fenómeno no solo genera incomodidades, sino que también impacta en la planificación de viajes y la economía local de la región.
Algunos de los factores que contribuyen a estos largos tiempos de espera incluyen:
- Aumento del flujo de viajeros en determinadas épocas del año.
- Procedimientos de revisión y control de seguridad exigentes.
- Limitaciones de infraestructura en las garitas para manejar el aumento de visitantes.
Un viajero compartió su experiencia reciente, describiendo la frustración al enfrentar estas largas filas. Elementos como el calor, la falta de servicios y la espera prolongada se suman al agotamiento del viaje.
“Es cansado estar tanto tiempo en fila, especialmente cuando venimos con niños o personas mayores. Nos gustaría que se implementaran mejoras para pasar con mayor rapidez”, comentó uno de los paisanos.
Las autoridades han reconocido el problema y trabajan en posibles soluciones para agilizar el proceso. Algunas de las medidas que se están considerando incluyen la expansión de las instalaciones y un incremento en el personal de revisión para manejar eficientemente el flujo de personas.
A pesar de estos desafíos, el deseo de reunirse con sus seres queridos motiva a miles de mexicanos a esforzarse por cruzar la frontera, con la esperanza de que las mejoras faciliten futuros trámites y permitan disfrutar más del tiempo en su tierra natal.