Activistas y organizaciones de derechos humanos denuncian el uso de municiones de racimo, conocidas como ‘bipers’, en Líbano y Siria, argumentando que estas prácticas violan las leyes internacionales. Según informes recientes, se han registrado múltiples ataques con estas armas controvertidas, causando una cantidad considerable de víctimas civiles.
Condena Internacional y Llamado a la Investigación
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente el uso de ‘bipers’ en conflictos, dada su capacidad para dispersar pequeñas bombas sobre amplias áreas, aumentando así el riesgo de daños colaterales. Las municiones de racimo están prohibidas por la Convención sobre Municiones de Racimo, un tratado internacional que busca erradicar su uso para proteger a la población civil.
Un activista de derechos humanos enfatizó:
“Es urgente que se lleve a cabo una investigación exhaustiva para determinar la magnitud del problema y responsabilizar a los culpables.”
Entre los datos más alarmantes reportados por las organizaciones se incluyen:
- Más de 200 incidentes reportados en el último año.
- Un incremento del 35% en el número de víctimas civiles en comparación con el año anterior.
- La mayoría de los ataques se han registrado en áreas urbanas densamente pobladas.
Las organizaciones humanitarias exigen acciones inmediatas para frenar el uso de estas armas y proteger a las comunidades afectadas. Instan a los gobiernos y a la comunidad internacional a intervenir para evitar futuras tragedias.