La práctica del nearshoring ha cobrado gran relevancia en el contexto económico actual, especialmente para México. Esta estrategia consiste en trasladar operaciones de manufactura o servicios a países cercanos, disminuyendo costos y mejorando tiempos de respuesta. Sin embargo, esta tendencia enfrenta varios desafíos en su implementación.
Retos del Nearshoring en México
Una de las principales barreras que enfrentan las empresas es la infraestructura. Según estudios recientes, el estado de las carreteras y la capacidad de los puertos mexicanos no está a la altura de las necesidades de las industrias modernas.
Adicionalmente, la seguridad es otra preocupación predominante. Muchas empresas extranjeras son reticentes a establecer operaciones en zonas donde la inseguridad es elevada, afectando decisiones de inversión.
En cuanto a estadísticas:
- El 40% de las empresas encuestadas cita la infraestructura deficiente como una barrera significativa.
- El 35% menciona la inseguridad como uno de los principales obstáculos.
- Solo el 25% cree que la situación mejorará en los próximos cinco años.
A pesar de estos desafíos, el nearshoring presenta oportunidades valiosas para México. Varias compañías ya están evaluando establecer plantas en áreas estratégicas del país.
“El potencial de México para convertirse en un hub de manufactura es enorme, pero necesitamos abordar estos obstáculos de manera efectiva,” dijo un analista económico.
Para aprovechar al máximo esta tendencia, expertos sugieren que el gobierno mexicano y el sector privado trabajen en conjunto para mejorar la infraestructura y la seguridad. Esta sinergia podría convertir a México en un destino aún más atractivo para la inversión extranjera y fomentar el crecimiento económico en el largo plazo.