El polémico proyecto del Tren Maya continúa generando debate, y uno de los temas más críticos es el impacto ambiental causado por la deforestación. Recientemente, se talaron 219 hectáreas adicionales de selva para avanzar con la construcción del tren, lo cual ha alarmado a ambientalistas y comunidades locales.
Impacto Ambiental
De acuerdo con las cifras oficiales, la tala se realizó en el municipio de Escárcega, Campeche. Esta deforestación se suma a las críticas previas sobre la falta de estudios de impacto ambiental y la afectación a la biodiversidad. Las organizaciones ambientalistas han manifestado su preocupación ante la pérdida de flora y fauna, así como el daño irreversible a los ecosistemas.
Las cifras son alarmantes:
- 219 hectáreas de deforestación reciente
- Impacto en múltiples especies de flora y fauna
- Alteración de corredores biológicos esenciales
Los detractores del proyecto señalan que el daño ecológico no solo afecta la biodiversidad, sino también a las comunidades locales que dependen de estos recursos naturales. Además, expertos en medio ambiente advierten sobre los efectos a largo plazo en el cambio climático, debido a la disminución de áreas forestales que actúan como sumideros de carbono.
“La tala indiscriminada no solo destruye árboles, sino que pone en riesgo a especies en peligro y desestabiliza el equilibrio ecológico de la región,” comentó Rosa Rodríguez, portavoz de una ONG ambientalista.
Por su parte, el gobierno defiende el proyecto argumentando que es esencial para el desarrollo económico y turístico del sureste de México, y que se implementarán medidas de compensación ambiental.
La controversia alrededor del Tren Maya sigue en aumento, mientras se busca un balance entre el progreso y la conservación del medio ambiente.