En recientes investigaciones, se ha revelado que el proyecto del Corredor Interoceánico en México se aprobó con numerosas irregularidades que han causado controversia y preocupación entre la ciudadanía y los especialistas. Las asambleas comunitarias organizadas para avalar el proyecto registraron una baja participación y se descubrió el uso de firmas falsas, lo que cuestiona la legitimidad de la aprobación obtenida.
Irregularidades en el proceso de aprobación
El proyecto, que pretende conectar el Golfo de México con el Océano Pacífico mediante una red de infraestructura, fue presentado como una iniciativa clave para el desarrollo económico y social de las regiones involucradas. Sin embargo, las denuncias sobre el proceso de validación han puesto en entredicho su integridad.
Un informe reciente reveló que en múltiples asambleas comunitarias realizadas para informar y obtener el respaldo de los habitantes, la participación fue mínima. Además, se identificaron inconsistencias graves en la recolección de firmas de apoyo.
- Participación mínima en asambleas comunitarias
- Firmas falsas detectadas en los registros
El uso de firmas falsas ha sido una de las principales preocupaciones. Diversos testimonios han señalado que muchos de los respaldos recolectados no corresponden a las personas que supuestamente firmaron.
“Nosotros no firmamos nada, nunca participamos en esas juntas,” afirmó un vecino de una de las comunidades implicadas.
Estas revelaciones han llevado a organizaciones civiles y a algunos diputados a exigir una revisión exhaustiva del proceso de aprobación del Corredor Interoceánico. Consideran que, sin la consulta y consentimiento adecuados de las comunidades afectadas, el proyecto no debería avanzar.
Por su parte, las autoridades han defendido el proyecto, alegando que se han seguido los mecanismos legales y que estas irregularidades representan casos aislados que no invalidan el respaldo general obtenido. Aun así, la presión pública crece y la legitimidad del proyecto está bajo escrutinio.