Los científicos han identificado que algunas infecciones comunes pueden eventualmente llevar al desarrollo de ciertos tipos de cáncer. A pesar de que la mayoría de las infecciones son controladas por el sistema inmunológico, algunas pueden persistir y causar cambios en las células que pueden resultar en cáncer.
Infecciones responsables
Existen cuatro infecciones reconocidas que tienen una relación directa con el desarrollo de cáncer:
- Virus del Papiloma Humano (VPH): este virus se transmite principalmente a través de contacto sexual y es responsable de la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino.
- Virus de la Hepatitis B y C: ambos virus pueden provocar hepatitis crónica, que con el tiempo puede derivar en cáncer de hígado.
- Helicobacter pylori: una bacteria que infecta el estómago y está relacionada con el cáncer gástrico.
- Virus de Epstein-Barr: asociado con varios tipos de cánceres, incluyendo el linfoma de Burkitt y ciertos cánceres nasofaríngeos.
La doctora Juana Pérez, una reconocida oncóloga, enfatizó la importancia de la prevención y el diagnóstico temprano:
“La vacunación y los chequeos regulares son fundamentales para reducir el riesgo de cáncer asociado con estas infecciones.”
Además, las prácticas de salud pública juegan un papel crucial. La vacunación contra el VPH puede prevenir la mayoría de los casos de cáncer cervicouterino. Los programas de detección de hepatitis y el tratamiento oportuno de las infecciones por Helicobacter pylori también contribuyen a reducir la incidencia de cánceres asociados a estas infecciones.