El conflicto entre Israel y Hezbollah se intensifica con recientes ataques aéreos reportados en el sur del Líbano. El General Nabil Kaouk, un alto mando de Hezbollah, señaló que estos ataques no quedarán sin respuesta. “El enemigo sionista pagará el precio de sus agresiones”, declaró Kaouk en un discurso televisado.
Ataques Aéreos y Repercusiones
El jueves, el ejército israelí llevó a cabo diversos bombardeos en áreas del sur del Líbano, un movimiento que, según las autoridades israelíes, fue en respuesta a un ataque previo con misiles dirigido hacia territorio israelí. Ambos bandos han intercambiado fuego en la frontera, elevando las tensiones y generando preocupación en la comunidad internacional.
Según fuentes locales, la región bombardeada es conocida por ser un punto estratégico de Hezbollah, y aunque no se han reportado víctimas hasta el momento, la infraestructura ha sufrido daños significativos. En tanto, Israel ha advertido que continuará con sus represalias en caso de nuevos ataques.
Hezbollah, por su parte, ha mantenido una postura desafiante. En palabras de Kaouk:
“Nuestro pueblo no será intimidado por las agresiones. Resistiremos y responderemos con fuerza.”
Estos eventos se suman a un patrón preocupante de escalada de violencia en la región. También se ha informado de importantes movilizaciones de tropas en ambos lados de la frontera, lo cual podría indicar preparativos para un conflicto mayor.
La situación en la frontera entre Israel y Líbano ha sido histórica y tensa desde hace décadas. Aquí algunos datos recientes:
- El ejército israelí ha incrementado sus operaciones en la frontera desde 2020.
- Hezbollah ha realizado más de 100 ataques desde 2019, según datos proporcionados por el Ministerio de Defensa de Israel.
- Las Naciones Unidas ha pedido a ambas partes que cesen las hostilidades y trabajen hacia una solución pacífica.
La comunidad internacional sigue observando de cerca, temiendo que esta escalada pueda derivar en un conflicto de mayor envergadura. Por ahora, la tensión en la frontera sur del Líbano es una preocupación constante y un recordatorio de la fragilidad de la paz en la región.