El huracán Helene azotó con fuerza a diversas regiones, causando daños significativos incluso en áreas alejadas de la costa. A pesar de comenzar su trayecto como un fenómeno relativamente común, su impacto fue devastador, dejando a muchos sorprendidos por la magnitud de sus efectos.
Impacto inesperado tierra adentro
Helene, un sistema de tormenta que se había desarrollado en el Atlántico, no solo afectó las zonas costeras, sino que también extendió su destrucción hacia el interior. Las lluvias torrenciales y los fuertes vientos provocaron inundaciones repentinas, caída de árboles y cortes de energía en varias comunidades.
Los expertos en meteorología destacaron que la capacidad de Helene para mantener su intensidad incluso después de tocar tierra fue inusual. Un especialista afirmó,
“Lo que hizo a Helene particularmente peligroso fue su capacidad para intensificarse rápidamente y sostener esa fuerza más allá de lo esperado”.
A continuación, algunos datos estadísticos sobre los efectos de Helene:
- Velocidad del viento excedió los 160 km/h.
- Más de 30 cm de lluvia acumulada en algunas áreas.
- Cerca de 500,000 hogares sin electricidad.
- Múltiples carreteras y puentes afectados por el agua y los escombros.
Las autoridades locales han recomendado a la población mantenerse informada y preparada para futuras tormentas, reforzando la importancia de los planes de emergencia y la pronta evacuación cuando sea necesario.