En el marco de un proyecto del Centro Cultural de España, se llevó a cabo un experimento social y teatral llamado “Sólo éramos voces en un cuarto oscuro”. Este proyecto busca explorar las experiencias humanas a través de la interacción en espacios donde la luz no participa, un ámbito desconocido para muchos pero revelador en su esencia.
Una experiencia inmersiva y sensorial
La propuesta invita a los participantes a ingresar a un cuarto completamente oscuro, donde la única conexión es la voz. La intención es que las personas se concentren únicamente en las palabras y sonidos que emanan de sus compañeros, explorando así dimensiones de comunicación y empatía que raramente se perciben en la vida cotidiana.
Durante el evento, los participantes compartieron sentimientos y pensamientos sin la distracción del mundo visual. Según los organizadores, esto fomenta una conexión más profunda entre los involucrados. Un participante comentó sobre su experiencia:
“Fue como si todas las barreras hubieran desaparecido. Solo quedábamos las expresiones puras de nuestras voces”.
El proyecto ha tenido un impacto positivo, generando reflexión en los asistentes sobre la importancia de la escucha activa y la presencia en la conversación. Los datos del evento destacan que:
- El 85% de los participantes reportaron una experiencia muy satisfactoria.
- El 60% afirmó haber cambiado su percepción sobre la comunicación.
Sin duda, “Sólo éramos voces en un cuarto oscuro” ofrece una nueva perspectiva sobre cómo interactuamos y nos conectamos con los demás.