Hace 52 años, en la ciudad de Saltillo, ocurrió uno de los desastres ferroviarios más impactantes de la región. El “trenazo” de Saltillo dejó una marca imborrable en la memoria colectiva de sus habitantes. En aquel fatídico día, un tren de carga se descarriló y chocó cerca de la colonia Morelos, provocando innumerables daños materiales y pérdidas humanas.
Recuerdos de un evento trágico
A medio siglo de distancia, sobrevivientes, testigos y escritores de la localidad se reunieron para dialogar sobre el impacto perdurable que tuvo el accidente en sus vidas. Durante el encuentro, compartieron anécdotas, sentimientos y reflexiones acerca de aquel momento que transformó la historia de Saltillo.
Un testigo del accidente, cuya vida cambió radicalmente después del evento, recordó cómo el caos y el miedo se apoderaron del lugar. En sus propias palabras:
“Era como si el tiempo se hubiera detenido en ese instante. Los sonidos, los gritos, todo quedó grabado en mi memoria.”
Un escritor local, quien ha investigado este evento durante años, destacó la importancia de recordar y aprender del pasado para evitar tragedias futuras. Los asistentes resaltaron la necesidad de mantener viva la memoria histórica para las generaciones venideras.
Algunas estadísticas del accidente incluyen:
- Decenas de heridos fueron atendidos en hospitales locales.
- El impacto destruyó propiedades cercanas al sitio del accidente.
- Se movilizaron equipos de rescate de varias regiones circundantes.
El “trenazo” de Saltillo no solo es un recuerdo doloroso sino una lección sobre la importancia de la seguridad y la pronta respuesta ante emergencias. Las voces de quienes vivieron el evento continúan siendo un testimonio del poder de la comunidad y la resiliencia ante la adversidad.