Las secuelas del huracán John se hacen sentir con fuerza en el estado de Guerrero, donde miles de personas continúan aisladas tras el paso devastador del fenómeno meteorológico. Las intensas lluvias y vientos que arrasaron la región han dejado a muchas comunidades sin acceso a alimentos ni agua potable, exacerbando una situación ya de por sí crítica.
Comunidad en crisis
El huracán John ha afectado gravemente la infraestructura de varios municipios, dejando caminos intransitables y dificultando la llegada de ayuda humanitaria. Las autoridades locales trabajan contra reloj para restablecer las comunicaciones y proporcionar asistencia a los afectados, pero la magnitud del desastre ha complicado los esfuerzos.
Los daños reportados incluyen:
- Cientos de casas destruidas o seriamente dañadas.
- Infraestructura vial significativamente afectada, con varios caminos y puentes colapsados.
- Interrupción de servicios básicos, como electricidad y suministro de agua potable.
Ante esta situación, la población ha hecho un llamado urgente al gobierno federal para acelerar los esfuerzos de rescate y reconstrucción. Un residente de la zona afectada expresó su desesperación:
“Estamos completamente incomunicados y sin recursos. Necesitamos que la ayuda llegue pronto, porque no podemos seguir así.”
Las autoridades han desplegado equipos de emergencia y han comenzado a distribuir suministros básicos, pero aún queda mucho por hacer para que las comunidades afectadas puedan empezar a recuperar la normalidad. Se espera que el gobierno federal anuncie pronto nuevas medidas para afrontar la crisis en Guerrero.