El gobierno de Panamá ha adoptado un enfoque similar al del presidente salvadoreño Nayib Bukele en su lucha contra la violencia de las pandillas. Este nuevo método busca replicar el éxito que El Salvador ha tenido en la reducción de la actividad criminal y el restablecimiento del orden en las calles.
Estrategia para combatir las pandillas
El plan presentado por las autoridades panameñas incluye medidas severas de seguridad y un enfoque más agresivo en la detención de miembros de pandillas. Este cambio de política representa un giro significativo respecto a estrategias más moderadas utilizadas en el pasado. Se enfatiza no solo la represión directa sino también la prevención, buscando desmantelar las redes criminales desde sus raíces.
Las medidas adoptadas por Panamá son una reacción directa al incremento de la violencia en el país y el alto nivel de inseguridad que afecta a sus ciudadanos. Al adoptar tácticas más duras, el gobierno espera contener el crecimiento de organizaciones delictivas y reducir la tasa de homicidios.
Algunos de los elementos clave de este nuevo enfoque incluyen:
- Aumento en el despliegue de fuerzas de seguridad.
- Implementación de centros de control en áreas conflictivas.
- Operativos nocturnos y redadas coordinadas.
- Fortalecimiento de la cooperación internacional en inteligencia.
El Ministro de Seguridad Pública de Panamá afirmó que esta estrategia es necesaria para devolver la paz a las comunidades y proteger a la población. En sus declaraciones más recientes, subrayó que el gobierno no se detendrá en sus esfuerzos por frenar el poder de las pandillas.
“Estamos comprometidos con asegurar que nuestra gente pueda vivir sin miedo. Estas acciones son decisivas y hemos aprendido de las experiencias de nuestros vecinos”, declaró el ministro.
Si bien esta estrategia ha tenido éxito en El Salvador, ha sido objeto de críticas por presuntas violaciones a los derechos humanos y la violencia en el proceso de detención masiva. Grupos de derechos humanos han expresado preocupación por la posible repetición de estos problemas en Panamá. A pesar de ello, el gobierno se mantiene firme en su decisión, subrayando la importancia de restaurar la seguridad y la confianza de los ciudadanos en las autoridades.