Lilly Ledbetter, una icónica figura en la lucha por la igualdad salarial en Estados Unidos, falleció a los 86 años. Su historia y su batalla por la justicia laboral marcaron un antes y un después al inspirar la “Ley de Pago Justo Lilly Ledbetter” en 2009, que representa un hito significativo en la legislación sobre derechos laborales.
Un legado de lucha por la igualdad
La carrera de Ledbetter como supervisora en una planta de Goodyear en Alabama la llevó a descubrir, justo antes de su retiro, que estaba ganando significativamente menos que sus compañeros masculinos en posiciones similares. Este descubrimiento la llevó a emprender una larga batalla legal por equidad salarial, un caso que llegó hasta la Corte Suprema de EE.UU.
Aunque su demanda inicial fue desestimada porque no había sido presentada dentro del período de tiempo especificado, esta decisión no la detuvo. Su persistencia y determinación lograron captar la atención del Congreso estadounidense. La Ley de Pago Justo Lilly Ledbetter fue la primera legislación que firmó el presidente Barack Obama al asumir su cargo, mejorando la capacidad de presentar demandas por desigualdades salariales, al permitir que cada cheque de pago injusto renovara el período de presentación de demandas por discriminación salarial.
Ledbetter expresó en su momento:
“Nunca quisieron que se hablara sobre ello, pero lo importante para mí es que no estoy luchando solo por mí. Estoy haciendo esto por las mujeres y los hombres que también sufren injusticias salariales.”
La ley en su honor ha tenido un impacto significativo en la lucha contra la discriminación salarial y continúa siendo una herramienta vital en la protección de los derechos laborales.
Algunos datos destacados sobre las brechas salariales incluyen:
- Las mujeres en EE.UU. ganan en promedio 82 centavos por cada dólar que gana un hombre.
- La brecha es aún mayor para mujeres de color y madres trabajadoras.
- La equidad salarial podría añadir hasta varios billones de dólares a la economía de EE.UU.
El legado de Ledbetter aún persiste, recordándonos la importancia de luchar por la igualdad de derechos y la necesidad de proteger y avanzar en estas conquistas sociales fundamentales.