En medio de un clima de creciente inseguridad y violencia en diversas regiones del país, la preocupante cuestión sobre si los actos de violencia perpetrados por grupos del crimen organizado pueden considerarse como terrorismo ha ganado relevancia. Las brutalidades cometidas por dichos grupos han generado un estado de alarma constante en la población, obligando a las autoridades a replantearse su enfoque en la lucha contra el narcotráfico.

Características de la narcoviolencia

Los actos de violencia realizados por el crimen organizado exhiben una planificación y ejecución que busca desestabilizar el orden social e infundir temor en la ciudadanía. Ante esto, la población se pregunta si estas acciones pueden ser categorizadas bajo la definición de terrorismo. El impacto de estas tácticas es innegable y se manifiesta en varios aspectos de la vida cotidiana, afectando la sensación de seguridad en las comunidades.

En términos de estadísticas, el incremento de la violencia en el país es alarmante. Los números reflejan un panorama preocupante:

• El número de homicidios ha aumentado en más de un 20% en los últimos cinco años.
• Los secuestros y extorsiones han experimentado un incremento del 35% en algunas regiones.
• Se calcula que el 70% de los delitos quedan impunes.

López Obrador, presidente de México, ha expresado su postura respecto a los desafíos que enfrenta el Estado frente a la narcoviolencia:

“Estamos trabajando para devolver la paz al país, pero requiere la participación de todos los niveles de gobierno y la cooperación ciudadana”.

El debate sobre si estas acciones son terrorismo es complejo, pero lo cierto es que la narcoviolencia sigue siendo uno de los mayores desafíos para la seguridad nacional. La población espera que las medidas implementadas por el gobierno logren disminuir los alarmantes niveles de violencia que aquejan al país.