La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha revelado en su reciente informe que la energía solar está destinada a convertirse en la principal fuente de electricidad en todo el mundo a partir de 2024. Este hecho resalta un cambio significativo en la forma en que las naciones consumen y producen energía, empujados por la urgencia de abordar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Transición hacia energías renovables
Según el informe, el costo de la energía solar sigue disminuyendo, lo que la hace cada vez más accesible y atractiva para muchas naciones. Esto coincide con un débil desempeño de las inversiones en nuevas exploraciones de petróleo, las cuales están en su nivel más bajo en una década. La AIE prevé que esta caída en el interés por el petróleo solo se incrementará en los próximos años.
El informe ofrece varias estadísticas claves que destacan este cambio hacia las energías renovables:
- La generación eléctrica a partir de energía solar crecerá un 38% para el año 2024.
- Se espera que la capacidad solar instalada alcance los 1.200 GW en 2024.
- Inversiones en nuevas exploraciones de petróleo han bajado a niveles no vistos en una década.
El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, señaló:
“Este es un claro indicativo de que la transición energética global está en marcha, con renovables liderando el camino hacia un futuro más sostenible”.
La transición hacia la energía solar representa no solo beneficios ambientales, sino también económicos, ya que permite a los países diversificar sus fuentes de energía y reducir la dependencia de combustibles fósiles. Sin embargo, para alcanzar estos objetivos, es crítico que los gobiernos implementen políticas que apoyen e incentiven la inversión en energías renovables.
Este cambio también plantea desafíos, especialmente en el ámbito de las infraestructuras eléctricas, que deberán modernizarse para integrar eficientemente las fuentes de energía renovable. Así, este informe de la AIE no solo refleja un cambio positivo, sino también un llamado a la acción global para asegurar que la transición a energías limpias sea inclusiva y sostenible.