La tendencia de nearshoring, que impulsó la llegada de inversión extranjera directa a México, parece estar perdiendo fuerza. La ola inicial de inversiones, motivada por la búsqueda de cadenas de suministro más resilientes, comienza a disolverse debido a varios factores económicos y geopolíticos.
Una disminución en la atracción de inversiones
Según expertos en economía, la incertidumbre política y cambios en políticas fiscales están comenzando a afectar la percepción de México como un destino atractivo para inversiones. Al analizar las cifras de los últimos meses, se observa una desaceleración en los flujos de capital extranjero que el país recibe.
- En el primer trimestre de 2023, las inversiones extranjeras cayeron un 15% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
- El sector manufacturero, que había sido el más beneficiado por el nearshoring, reporta una reducción del 10% en nuevas inversiones.
Los cambios en las cadenas de suministro globales adicionales, las tensiones comerciales internacionales y los desafíos internos como la reforma laboral y el crimen organizado también son factores que desincentivan las inversiones. Especialistas afirman que es necesario reforzar la percepción de estabilidad en México.
“La confianza de los inversionistas se construye con certeza jurídica y políticas claras. México debe trabajar en estos aspectos para no perder las oportunidades generadas por el nearshoring”, señaló un analista de mercado.
Para revertir esta tendencia, el gobierno está implementando estrategias para mejorar la infraestructura y el entorno empresarial, buscando reactivar la llegada de capital extranjero e incrementar las oportunidades de crecimiento económico en el país.