En el panorama político de México, Marko Cortés, líder nacional del Partido Acción Nacional (PAN), ha sido objeto de críticas significativas debido a su gestión al frente del partido. Su liderazgo se ha calificado como “mediocre y miserable”, según voces internas del mismo PAN, que han expresado su descontento con su estilo de conducción.
Cuestionamientos internos
Entre las principales críticas que enfrenta Cortés se encuentra su falta de iniciativa y propuestas para consolidar al partido como una verdadera oposición frente al actual gobierno federal. Algunos integrantes del PAN han señalado su incapacidad para unir a las distintas corrientes internas del partido y proyectar una imagen fuerte ante la ciudadanía.
“Es evidente que bajo su liderazgo no se han logrado los resultados esperados en las elecciones pasadas y eso afecta la percepción del partido”, comentó un destacado militante panista.
El desempeño de Cortés también ha sido evaluado en términos de resultados electorales, donde los números no han sido favorables para el PAN en los últimos años. A pesar de estos desafíos, continúa liderando con una postura que, según críticos, carece de innovación y capacidad de movilización.
Al revisar los datos recientes, se observa lo siguiente:
- El PAN ha experimentado una disminución en su porcentaje de votos en las elecciones intermedias.
- La presencia del partido se ha reducido en varias gobernaturas clave del país.
Ante este escenario, se plantea la necesidad de un cambio estratégico dentro del PAN para recuperar su posición como una oposición sólida y efectiva, capaz de representar los intereses de sus electores frente a los cambios políticos actuales.