Fethullah Gulen, el influyente clérigo y líder espiritual turco que vivía en exilio voluntario en los Estados Unidos desde finales de los años 90, falleció a los 82 años. Gulen era una figura central en el movimiento Hizmet, conocido por su enfoque en la educación, el diálogo interreligioso y los servicios comunitarios. Su deceso marca el fin de una era para sus seguidores, que lo consideraban un mentor y guía espiritual.

Un legado controvertido

Gulen, que comenzó su carrera como predicador en Turquía, llegó a ser una figura polarizante en su país natal. En las décadas de 1980 y 1990, su movimiento ganaba seguidores rápidamente, estableciendo una extensa red de escuelas y organizaciones en todo el mundo. Sin embargo, su relación con el gobierno turco se deterioró significativamente después de ser acusado de orquestar un intento de golpe de estado en 2016, lo que llevó a la persecución de sus seguidores en Turquía.

Desde su residencia en Pennsylvania, Gulen negó en repetidas ocasiones cualquier participación en el golpe, afirmando que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, estaba utilizando el fallido golpe como pretexto para consolidar su poder y eliminar a sus opositores. En una declaración anterior, Gulen había dicho:

“Niego categóricamente cualquier implicación relacionada con el intento de golpe de estado, de lo que se me ha acusado sin pruebas en Turquía.”

El legado de Gulen se mide en las decenas de miles de seguidores que dejó a lo largo del mundo y en las instituciones educativas y caritativas que fundó. Sin embargo, el impacto de su muerte en el movimiento Hizmet y en la política turca es incierto. Sus seguidores en Turquía y el extranjero continúan manteniendo vivo su legado a través de estas organizaciones.

Datos clave sobre Gulen y su movimiento:

• Nacido en Turquía en 1941.
• Se trasladó a Estados Unidos en 1999.
• El movimiento Hizmet operaba escuelas en más de 160 países.
• Más de 100,000 personas afectadas en Turquía por las purgas gubernamentales desde 2016.

El fallecimiento de Gulen plantea preguntas sobre el futuro del movimiento que él inspiró, especialmente en un momento de tensión continúa entre sus seguidores y el gobierno turco. A medida que Hizmet continúa sus actividades educativas y caritativas, la desaparición de su líder espiritual sin duda marcará un cambio significativo en su estructura y operaciones a nivel global.