El gobierno de Donald Trump, al llegar al poder, prometió deportar masivamente a inmigrantes indocumentados. Esta promesa ha resultado ser tanto costosa como difícil de cumplir por varias razones logísticas y legales. Trump, en su campaña electoral, prometió deportar a más de 11 millones de inmigrantes ilegales que residen en Estados Unidos.
Retos de la deportación masiva
La propuesta enfrentó numerosos desafíos, principalmente porque llevar a cabo tal operación requeriría un incremento significativo en el presupuesto para las agencias de inmigración, además de complejidades legales al intentar remover a tantas personas. A cada individuo le corresponde un proceso legal que muchas veces puede ser largo y complicado.
Trump argumentó que las deportaciones eran necesarias para asegurar la seguridad nacional y proteger empleos para los ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, los expertos en inmigración argumentaron que este enfoque podría dañar la economía y arruinar familias.
- Costo estimado para la deportación masiva: miles de millones de dólares
- Cantidad de inmigrantes indocumentados en EE.UU.: más de 11 millones
- Número de deportaciones en 2016 (último año de Obama): 240,255
- Presupuesto adicional necesario para cumplir la promesa: sin especificar
En una declaración, Trump mencionó:
“Vamos a empezar con los criminales. Expulsaremos de inmediato a aquellos que representan una amenaza.”
Sin embargo, críticos señalaron que muchas de las personas en riesgo de deportación tienen lazos familiares y laborales fuertes en el país. La implementación de estas políticas continuó siendo motivo de debate y polémica durante su administración y más allá.