En Perú, el incremento en los índices de delincuencia ha llevado a los transportistas a tomar medidas drásticas. El sector del transporte público, una columna vertebral en la movilidad diaria del país, se detuvo en varias regiones como protesta ante la creciente inseguridad que enfrentan conductores y pasajeros.
Exigencias de seguridad
Los gremios de transporte han alzado la voz para exigir a las autoridades una acción inmediata. Los transportistas argumentan que los niveles de violencia han convertido sus jornadas laborales en una experiencia peligrosa y arriesgada, señalando que el robo a mano armada se ha vuelto una constante.
“El objetivo de este paro es llamar la atención del gobierno para que se tomen decisiones urgentes en materia de seguridad pública”, señalaron representantes de los gremios en un comunicado.
La situación es crítica, y los datos reflejan un panorama preocupante:
- El 62% de los transportistas ha sido víctima de algún delito en el último año.
- El robo con violencia representa el 45% de los incidentes reportados.
- La percepción de inseguridad ha alcanzado el 75% entre los conductores.
Ante estas cifras, los responsables del servicio de transporte han decidido cesar sus actividades temporalmente como un mensaje de urgencia al gobierno. Esperan que esta medida incite al Ejecutivo a implementar políticas efectivas que garanticen la seguridad de los ciudadanos en el transporte público.