En México, el debate sobre la supremacía constitucional sigue siendo un tema candente, especialmente en el contexto de las recientes reformas legales. La Constitución, considerada la máxima ley del país, enfrenta retos significativos cuando se contraponen intereses políticos y económicos que podrían amenazar su preeminencia.

El dilema de la supremacía constitucional

La supremacía constitucional implica que todas las leyes y actos de gobierno deben estar en concordancia con la Carta Magna. Sin embargo, frecuentemente surgen controversias acerca de la aplicación y respeto de esta norma fundamental. Recientemente, se ha cuestionado si la Constitución está siendo más que un simple documento simbólico, aludiendo a la expresión “perro que ladra, pero no muerde” para describir su eficacia.

Los críticos argumentan que hay una creciente tendencia a promulgar leyes y reformas que pueden colisionar con los principios constitucionales. Esto ha generado preocupación sobre la protección efectiva de los derechos y garantías de los ciudadanos mexicanos. Un ejemplo de esto es la aprobación de leyes que, según algunos expertos, no cumplen con los preceptos constitucionales.

Las estadísticas muestran que desde el 2020 se han presentado múltiples controversias constitucionales en México:

• Crecimiento del 25% en el número de controversias constitucionales.
• Más de 300 casos litigados ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Para muchos, asegurar el respeto y la aplicación efectiva de la Constitución es esencial para el futuro democrático del país. Como lo resaltó un analista,

“la Constitución no debe ser solo un documento de consulta, sino la guía directa para el actuar de las autoridades”.