Claudio Ramírez, conocido por su habilidad de detectar agua subterránea, ha dejado una marca indeleble en las zonas rurales de México. Desde joven, Claudio mostró un don especial para encontrar agua con el uso de una sencilla vara de madera, un talento que le permitió ganarse el respeto y la admiración de muchas comunidades campesinas.

Un legado de agua

A lo largo de los años, Claudio Ramírez ha ayudado a numerosas familias a acceder a fuentes hídricas, esenciales para la agricultura y el consumo diario. Este “zahorí” moderno, como algunos lo llaman, ha dedicado su vida a ayudar a los demás mediante el manejo de su particular habilidad. Según sus propios relatos, Claudio descubrió su talento mientras acompañaba a su abuelo en el campo cuando era niño.

La importancia de su trabajo es destacable, ya que ha permitido a muchas comunidades:

• Mejorar sus cultivos agrícolas.
• Asegurar el abastecimiento de agua potable.
• Fomentar la autosuficiencia en zonas remotas.

A pesar de la incredulidad inicial de algunas personas, el tiempo ha sido testigo del éxito de sus técnicas, basadas más en la intuición y la experiencia que en el uso de tecnología avanzada. Claudio comparte que su motivación principal ha sido ayudar a quienes más lo necesitan, afirmando que el agua es un derecho básico de la humanidad.

“Mi propósito es asegurar que ninguna familia se quede sin el recurso más vital: el agua”, declara Claudio.