En los últimos años, varios países han optado por regular la marihuana, esperando reducir el consumo y el mercado negro. Sin embargo, la experiencia internacional sugiere que estos objetivos no siempre se logran.
Experiencias internacionales
En Canadá, que legalizó la marihuana en 2018, el mercado negro sigue siendo fuerte. Un informe del gobierno señala que el 40% de los consumidores sigue adquiriendo el producto de fuentes no autorizadas debido a los precios más bajos y la disponibilidad. En Uruguay, otro pionero en legalización, el consumo no disminuyó significativamente y sigue habiendo venta ilegal. A pesar de la regulación, el acceso por canales ilegales continúa siendo una opción para muchos usuarios.
En cuanto a Estados Unidos, donde varios estados han adoptado la regulación, se observa una situación similar. A pesar de una caída en los arrestos relacionados con marihuana, el mercado ilegal sigue siendo un desafío.
El impacto sobre el consumo en adolescentes y jóvenes es un punto de preocupación. De acuerdo con estudios realizados, no se ha notado una disminución significativa en estos grupos etarios.
- Canadá: 40% sigue comprando ilegalmente.
- Uruguay: no hay reducción significativa en el consumo.
- EE.UU.: mercado negro persiste.
Un especialista comentó:
“La regulación es un paso necesario, pero no suficiente por sí sola para desmantelar el mercado ilegal y controlar el consumo”.
En conclusión, regular la marihuana no garantiza una reducción en el consumo o la eliminación del mercado negro, lo que plantea la necesidad de enfoques complementarios en políticas públicas.