La trágica muerte de Alan Barraza ha dejado una profunda huella en su familia y en la comunidad que lo rodea. Sin embargo, a pesar del dolor y la pérdida, su familia lucha por continuar adelante mientras enfrentan la realidad de que la calle donde ocurrió el fatídico accidente permanece sin cambios.
Una tragedia que dejó heridas profundas
Alan Barraza, un joven lleno de sueños y esperanzas, falleció tras ser atropellado en la calle Otilio. Su muerte no solo conmocionó a sus seres queridos, sino que también llevó a cuestionar la seguridad vial de la zona.
La familia de Alan recuerda cómo su vida se transformó de un momento a otro. A pesar de que han pasado meses desde el accidente, la calle Otilio, escenario de la tragedia, sigue igual. La familia y los vecinos piden a las autoridades que se tomen medidas para prevenir futuros incidentes de este tipo.
Uno de los familiares expresó:
“Nuestra vida cambió demasiado, pero la calle sigue igual.”
El caso de Alan ha puesto de relieve la importancia de mejorar la infraestructura vial y la seguridad en las calles de la ciudad para proteger a los peatones.
Datos recientes sobre accidentes en la zona destacan la gravedad de la situación:
- Incremento en el número de accidentes en los últimos años.
- Una de las zonas con mayor número de peatones afectados.
- Falta de señalización adecuada en varias calles.
La comunidad espera que esta trágica pérdida impulse un cambio real y mejore la seguridad vial para evitar que otras familias sufran lo mismo.