La reforma energética impulsada por el gobierno actual en México busca priorizar la participación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la generación de energía, lo cual ha generado preocupaciones en torno a los costos y la competitividad del mercado eléctrico. Según expertos, esta reforma podría favorecer la producción más costosa de la CFE, lo que podría tener impactos negativos en la economía del país.
Impacto en los costos de generación
La estrategia del gobierno mexicano, conocida como la Cuarta Transformación, plantea un papel dominante para la CFE. No obstante, la CFE enfrenta desafíos debido a sus altos costos operativos y tecnológicos en comparación con los productores privados de energía renovable. Según informes analizados:
- La CFE genera energía a partir de fuentes que pueden ser más caras y menos limpias que las renovables.
- En algunos casos, el costo de generación de la CFE puede ser hasta un 30% más alto en comparación con alternativas renovables.
Expertos señalan que favorecer a la CFE podría conllevar un aumento en las tarifas eléctricas para los consumidores mexicanos y una reducción de la inversión extranjera en energías renovables. Un especialista en el sector expresó su inquietud:
“Este enfoque podría desincentivar la competencia y la innovación en el mercado energético”.
La reforma también establece cambios en la legislación que obligan a los operadores privados a vender su energía exclusivamente a la CFE, limitando la venta directa a grandes consumidores. Esto ha generado inquietudes sobre la posible monopolización del mercado eléctrico en favor de la empresa estatal, lo cual podría afectar el desarrollo de energía limpia en el país.